martes, 19 de mayo de 2009

my last post


Cuando comencé éste –desaliñado, amateur y algo grosero- intento de blog lo hice con la finalidad de encontrar en éste espacio virtual una válvula de escape donde dejar fluir mis ideas, mis pensamientos, mis más bajos deseos y –¿por qué no?- mis secretos peor guardados.


El juego funcionó bastante bien y durante algún tiempo éste blog ha sido la única forma de desahogarme y exteriorizar toda la pasión, la bronca, la alegría y la excitación –a todas luces sexual- que reprimía dentro mío.


Sin embargo, tan sólo unos pocos meses después de abrir éste diario virtual, mi vida ha dado un vuelco que no esperaba.

Hace aproximadamente 1 mes decidí darme una última oportunidad con G y hoy por hoy creo no haberme equivocado.


Tengo un novio de quién estoy perdidamente enamorada. Lo amo y, estoy segura, él me ama. Tengo un novio que se ha vuelto un niño y con quien me gusta fingirme una niña. Tengo un novio que me da la seguridad y la satisfacción de sentirme amada. Tengo un novio con quién espero pasar el resto de mi vida.


Tengo al mejor amigo del mundo. Un hombre que se preocupa por mí, que me quiere, que me incentiva y me ayuda a ser mejor cada día y –sobre todo- que siempre está dispuesto a darme un par de nalgadas si sabe que me estoy portando mal.


Tengo amigas que, aunque pocas, son las mejores del universo. Amigas que están dispuestas a mirar mal y hacerle la vida imposible a quien se meta conmigo. Tengo a las mejores amigas que podría haber soñado.


Y hoy… tengo un compromiso conmigo misma.


Hoy me comprometo a dejar de ser la perdedora y enamoradiza autora de éste blog. Hoy me comprometo conmigo misma a explotar al máximo mi potencial para el éxito. Y, aún más importante, hoy me comprometo a ser muy pero muy feliz.


Es por eso que éste es el último post que publico.


En una semana cerraré éste espacio virtual y espero que mis, escasísimos, lectores sepan entender mis razones.

martes, 5 de mayo de 2009

[.Fuckin.7-Storey.Building.]


¿Qué pasa cuando te das cuenta de que estás enamorada de alguien que sabes nunca será para ti?

Para plantear mejor la pregunta, ¿Qué hago yo?


Pues intento seducirlo –sin lugar a dudas-. Trabajo miradas insinuantes, sonrisas descaradas y comentarios que me dejen lucir interesante.


Claro, ustedes se preguntarán por qué –demonios- desperdicio mis energías en alguien que sé NUNCA será para mi. Alguien que –aun en el hipotético caso de que llegue a seducirlo- jamás tendré.


Pues, porque así soy yo señores. Me decepciona que a éstas alturas aun no se hallan dado cuenta de lo estúpida, de lo pánfila, de lo poco práctica que puedo llegar a ser.


Entonces, -inevitablemente- llego al punto en que estoy ahora.


Me enamoré y empecé a flotar cojudamente impulsada por sus sonrisas, por sus palabras, por sus besos y –como ya lo saben- por mi calzonuda idea de que las hadas existen y que los príncipes azules siempre se quedan con las virginales princesas.


Claro está, no contaba con que él se asemejaba más al ogro “Sherk” que al príncipe de Blanca Nieves y yo más que Drew Barrimore en “Por siempre cenicienta, una historia de amor”, era Julia Roberts en “Mujer bonita”.


Floté, si. Y durante un tiempo fue casi mágico.


Hasta que –como todo lo que sube- tuve que caer.


Y hoy estoy aquí. Con el culo roto por el contrasuelazo. Recriminándome a mi misma por –una vez más- haberme enamorado de la persona incorrecta –¡y yo sabía que lo era!-.


Pero que quede claro que ésta vez no estoy repartiendo responsabilidades. Yo sabía que estaba jugando con fuego y no tomé las precauciones debidas para no quemarme.


Esta vez, yo y solo yo tengo la culpa.



*No hallé una canción mejor que ésta para definir como me siento.