viernes, 28 de noviembre de 2008

y de cómo mi burbuja mágica explotó...

Después de lo de X pensé que todo había terminado para mi. Mi dormitorio se volvió un santuario a él: su ropa, sus cartas, sus regalos... cada lugar de mi cuarto tenía que ver con él. Lo amé con más intensidad que nunca cuando terminamos. Hubiese muerto por él -y que quede claro que no estoy usando metaforas-.

Para bien o para mal aparecieron en mi vida ciertos personajes que me ayudaron a sanar las heridas, a olvidar, a quererme otra vez, a saber que estoy viva y que no mencionaré en el presente post porque pienso que sería restarles la -muy merecida- importancia que tienen. Ellos también se merecen su propio post.

A pesar del papel importantísimo que jugaron éstos personajes en mi vida no fué sino hasta diciembre del 2007 que volví a caer en esa trampa siniestra llamada "amor".

El momento en que me enamoré es incierto para mi. Todo comenzó como un juego y de pronto ya estaba -¡que novedad!- perdedoramente enamorada.
Fué durante una divertida y etílica estadía en un pequeño -pero muy lindo- pueblo del norte de yankeelandia.

Viviamos en el mismo housing -léase conjunto de dormitorios de 2x2 metros al peor estilo penitenciaría americana-. Pertenecíamos al mismo grupo de amigos: un lote de poco más de 30 peruanos de todos los estílos, colores y sabores. Salimos todos un día al cine y mientras Will Smith abrazaba a su perro muerto con un soundtrack que cantaba "don't worry about a thing" me abrazé a su él -manoseada táctica de seducción muy popular en las peores, y menos taquilleras, películas de terror de los años 90- y fingí terror consiguiendo que me rodee con su brazo y me sujete fuertemente.


No pasó un día y ya estabamos besandonos. No paso una semana y ya caminabamos de la mano. No pasó un mes y ya dormía a su lado. No pasaron dos meses y ya estabamos peleando y yo le recriminaba que era lo peor que me había pasado.

¿Por qué se fué todo al hoyo? Tengo varias teorías. La más sensata es que lo asfixié. Todo comenzó hermoso: yo lo quería y él me quería, pero yo -como siempre, saboteandome a mi misma- hize lo posible y lo imposible para perderlo. Creo que tengo un insufrible complejo de víctima. Una vez que soy feliz tengo que autoboicotearme como sea -y si me encuentro con un ser con un amor propio tan profundo que no le alcanza para querer, de verdad, a alguien más, pues las cosas son más fáciles aún-.

SPRTN -como llamaremos a éste personaje misterioso- es lo que todos llamarían "un macho que se respeta". Dudo mucho que alguna vez halla llorado en su vida. Podría morirme hoy mismo y aseguró que él solo diría: "fué una linda persona". ¡Caray! ¡Fuí más que éso para él! o eso pensé... talvez porque él fué mucho más que éso para mi.

Solía amar cada detalle en él. Desde las rosas que dejó sobre mi cama cuando cumplimos nuestro primer mes juntos hasta la manera en la cual abría la puerta del departamento -al que después me mudé-, se quitaba la chaqueta, la arrojaba sobre el sillón y me besaba apasionadamente para luego sacar una cerveza del refrigerador y recostarse en el sillón para ver un capítulo más de "one shot of love with Tila Tequila".

SPRTN me enamoró como no pensé volver a enamorarme y a veces pienso que incluso fué más fuerte que lo que sentí por X.


No voy a decir que ya no siento nada por él porque sería mentir descarada y asquerosamente. Pero, por fin, logré comprender que SPRTN no es la persona indicada para mi. El necesita disfrutar su juventud. No puede comprometerse en una relación monogámica. No está en su instinto. No puede ser para mi.

Cuando llevabamos poco más de dos meses empezaron las peleas constantes. Empezó mi maquiavélico plan para sabotear mi propia felicidad. Le exigía demasiado. Lo amaba demasiado. El ya no podía más conmigo. Yo ya no podía más conmigo. Para él era suficiente verme dos veces por semana. Yo sufría y quería tenerlo siempre para mi.

Terminamos. Volvimos. Peleamos. Nos reconciliamos. Nos odiamos e, inevitablemente, nos amamos. Viviamos bajo el mismo techo. Era utópico pensar que podíamos terminar así como así. No sólo nos queríamos: Nos deseabamos. No pasaban más de dos minutos para que uno estuviese encima del otro. Mientras viviesemos en el paradisiaco mundo de yankeelandia era imposible separarnos.

Decidimos que seguiriamos juntos hasta que termine nuestra estadía y que una vez en Perú todo terminaría. No puedo explicar como me sentí durante todo el viaje de regreso. Cada minuto que pasaba era uno menos a su lado. Un vuelo nunca se me hizo tan corto.

Una vez en el aeropuerto de lima pasamos migraciones, recogimos maletas y me dió un abrazo y un cálido beso de despedida.

... y aquí me tienen, sentada en un muy concurrido café de lima, contandoles mi historia de amor, con la única compañia de un café que -como siempre- me provocará acidez en un par de horas y pensando -inevitablemente- en él.

Gracias SPRTN. Gracias por esos 4 meses de platónica, orgásmica y exorbitante felicidad que me diste.

1 comentario:

*YO* dijo...

En 4 meses la vida te cambio, en unos dias puede pasar lo mismo... en cuanto a SPRTN aun tengo mis dudas, tu sabes a lo q me refiero pero creo q te flechaste... siendo tu tan enamoradiza veo esto mas duradero, aunque aun no se si es eso o solo obsecion... supongo q con el tiempo lo sabremos... Tu solo pides lo que pide alguien enamorada: estar con la persona q kieres, eso no es malo... estar 2 vcs a la semana con una persona cuando realmente la kieres por tal cual es no es suficiente... Lamentablemente, no siempre hayamos a la persona a la q le podemos decir "you complete me"... No hay color rosa en el mundo negro en el que vivimos!!