Me dirijo a mi casa. Tengo ganas de tomar unas cervezas así que me detengo en un grifo cercano.
Mientras compro las cervezas, llamo por teléfono a KV, mi hermano menor.
Campanita: ¿Gordo? ¿Donde andas?
KV: Estoy en el depa.
Campanita: Genial. Estoy llegando.
Llego a mi edificio y, una vez que estoy frente a la puerta de mi departamento busco, entre las mil cosas que tengo en la cartera, mis llaves. ¡Desearía nunca haber encontrado ésas llaves! Abro la puerta sólo para encontrarme con la más aterradora imagen. Mi hermanito –mi pequeño y dulce hermano, aún menor de edad- recostado -¡a oscuras!- en el sillón de la sala junto a una mujercita – cuyo rostro no logré ver debido a la oscuridad de la habitación y a mi estado de embolia temporal-.
Tal sería mi parálisis cerebral que ni siquiera atiné a prender la luz. Me quedé ahí parada, en un estado de letargo único: perpleja, inerte, exánime.
Tarda y torpe como es costumbre, sólo alcancé a pronunciar un furtivo “hola” y correr hacia la cocina con el pretexto de meter las cervezas en el refrigerador.
Una vez en la cocina, ya bastante más tranquila y con algunas onzas de cerveza en el cuerpo, logré semi-digerir lo que acababa de pasar.
Entonces, justo en el instante en que estaba por salir de la cocina, entra mi hermano y me pregunta dónde están las llaves del auto pues ha olvidado su casaca ahí. Aprovecho la situación para mirar de reojo a la muchachita –un tanto feúcha, a decir verdad- y me doy cuenta de sus rasgos un tanto -¿cómo decirlo?- autóctonos. Mientras la miro le comento a mi –pronto desheredado, por comportamiento deshonroso- hermano que no sé donde están las llaves y que probablemente K –mi tan mentado y calzonudo hermano mayor- se ha llevado el carro.
Entonces él y su oriunda noviecita se despiden y se van a quién sabe donde.
A la mañana siguiente, mientras me visto para ir a trabajar, mi hermanito me pregunta:
KV: ¿Qué tal te cayó Lili?
Campanita: ¿Quién es Lili?
KV: La chica que estaba ayer conmigo.
Campanita: Ah… bueeeenoooo… no sé. No la he tratado, pero no me gusta para ti.
KV: ¡¿Por qué?!
Campanita: No sé. Simplemente no me gusta. Pero si tu la quieres es tu decisión.
KV: Pero dime: ¿Por qué no te gusta?
Campanita: Buenooo… porque… es xruoshla…
KV: ¿Qué?
Campanita: Que es xruoshla..
KV: ¡No te entiendo!
Campanita: ¡Qué es CHOLA carajo!
-Silencio incómodo-
KV: Eres una racista. ¡Tú también eres chola! ¡Todos en el Perú somos cholos!
Campanita: K!!!!!!!!!!
Medio adormilado, entra K -mi pánfilo hermano mayor-.
Campanita: ¿Yo soy chola?
K: No… no sé… no pareces…
Campanita: ¡Ahí está! ¡No parezco y eso es lo importante!
Me doy media vuelta y me largo -no sin un pequeño remordimiento por lo frívolas de mis palabras-.
Yo no soy racista. Es más, siempre he criticado a la gente que trata con desprecio a las personas sólo por su color de piel o su forma al hablar. Conozco a muchas personas que viven en asentamientos humanos y puedo decir –sin temor a equivocarme- que tienen una calidad moral que muchos ni siquiera podemos soñar con tener.
Sin embargo, si me encuentro con que una puberta inescrupulosa está cuasi-violando a mi pobre hermanito menor y encima consuma el impudoroso acto en la publicidad de mi sala comedor, pues obviamente no soy responsable de los funestos y frívolos que puedan llegar a ser los adjetivos que use para referirme a ella. Además, como me dijo A, tengo el tacto de un elefante –pero yo más bien diría ballena-.
Pasar por ésta incomoda situación me hizo reflexionar acerca de lo que es y no es ser “cholo(a)” en éste país.
Y no es que me las quiera dar de antropóloga ni nada por el estilo. Hasta antes de redactar éste post no me había molestado en enterarme del significado de éste –tan mentado- adjetivo.
Según la RAE, el significado de la palabra “cholo” es el siguiente:
Mientras compro las cervezas, llamo por teléfono a KV, mi hermano menor.
Campanita: ¿Gordo? ¿Donde andas?
KV: Estoy en el depa.
Campanita: Genial. Estoy llegando.
Llego a mi edificio y, una vez que estoy frente a la puerta de mi departamento busco, entre las mil cosas que tengo en la cartera, mis llaves. ¡Desearía nunca haber encontrado ésas llaves! Abro la puerta sólo para encontrarme con la más aterradora imagen. Mi hermanito –mi pequeño y dulce hermano, aún menor de edad- recostado -¡a oscuras!- en el sillón de la sala junto a una mujercita – cuyo rostro no logré ver debido a la oscuridad de la habitación y a mi estado de embolia temporal-.
Tal sería mi parálisis cerebral que ni siquiera atiné a prender la luz. Me quedé ahí parada, en un estado de letargo único: perpleja, inerte, exánime.
Tarda y torpe como es costumbre, sólo alcancé a pronunciar un furtivo “hola” y correr hacia la cocina con el pretexto de meter las cervezas en el refrigerador.
Una vez en la cocina, ya bastante más tranquila y con algunas onzas de cerveza en el cuerpo, logré semi-digerir lo que acababa de pasar.
Entonces, justo en el instante en que estaba por salir de la cocina, entra mi hermano y me pregunta dónde están las llaves del auto pues ha olvidado su casaca ahí. Aprovecho la situación para mirar de reojo a la muchachita –un tanto feúcha, a decir verdad- y me doy cuenta de sus rasgos un tanto -¿cómo decirlo?- autóctonos. Mientras la miro le comento a mi –pronto desheredado, por comportamiento deshonroso- hermano que no sé donde están las llaves y que probablemente K –mi tan mentado y calzonudo hermano mayor- se ha llevado el carro.
Entonces él y su oriunda noviecita se despiden y se van a quién sabe donde.
A la mañana siguiente, mientras me visto para ir a trabajar, mi hermanito me pregunta:
KV: ¿Qué tal te cayó Lili?
Campanita: ¿Quién es Lili?
KV: La chica que estaba ayer conmigo.
Campanita: Ah… bueeeenoooo… no sé. No la he tratado, pero no me gusta para ti.
KV: ¡¿Por qué?!
Campanita: No sé. Simplemente no me gusta. Pero si tu la quieres es tu decisión.
KV: Pero dime: ¿Por qué no te gusta?
Campanita: Buenooo… porque… es xruoshla…
KV: ¿Qué?
Campanita: Que es xruoshla..
KV: ¡No te entiendo!
Campanita: ¡Qué es CHOLA carajo!
-Silencio incómodo-
KV: Eres una racista. ¡Tú también eres chola! ¡Todos en el Perú somos cholos!
Campanita: K!!!!!!!!!!
Medio adormilado, entra K -mi pánfilo hermano mayor-.
Campanita: ¿Yo soy chola?
K: No… no sé… no pareces…
Campanita: ¡Ahí está! ¡No parezco y eso es lo importante!
Me doy media vuelta y me largo -no sin un pequeño remordimiento por lo frívolas de mis palabras-.
Yo no soy racista. Es más, siempre he criticado a la gente que trata con desprecio a las personas sólo por su color de piel o su forma al hablar. Conozco a muchas personas que viven en asentamientos humanos y puedo decir –sin temor a equivocarme- que tienen una calidad moral que muchos ni siquiera podemos soñar con tener.
Sin embargo, si me encuentro con que una puberta inescrupulosa está cuasi-violando a mi pobre hermanito menor y encima consuma el impudoroso acto en la publicidad de mi sala comedor, pues obviamente no soy responsable de los funestos y frívolos que puedan llegar a ser los adjetivos que use para referirme a ella. Además, como me dijo A, tengo el tacto de un elefante –pero yo más bien diría ballena-.
Pasar por ésta incomoda situación me hizo reflexionar acerca de lo que es y no es ser “cholo(a)” en éste país.
Y no es que me las quiera dar de antropóloga ni nada por el estilo. Hasta antes de redactar éste post no me había molestado en enterarme del significado de éste –tan mentado- adjetivo.
Según la RAE, el significado de la palabra “cholo” es el siguiente:
1. adj.. Mestizo de sangre europea e indígena.
2. adj.. Dicho de un indio: Que adopta los usos occidentales.
2. adj.. Dicho de un indio: Que adopta los usos occidentales.
¿Pueden ponerse de acuerdo? La primera definición de la RAE reduce el término “cholo” a una cuestión meramente física, genética. En cambio, la segunda definición se refiere a una cuestión más actitudinal –a un comportamiento, a un conjunto de costumbres-.
Entonces, ¿ser cholo es una cuestión de piel y de origen o es, más bien, una forma de definir actitudes específicas?
No sé si ser cholo sea bueno o malo. En todo caso, yo no encajo en ninguno de los supuestos de la RAE. Ni soy hija de europeo con indígena, ni soy una india alienada.
Pensé en terminar éste post con una lista de cosas por las cuales yo –en lo personal- consideraría “cholo” a alguien –como ser de tez morena y pintarte el pelo de rubio, mascullar canciones en inglés sin saber la letra ni el idioma, usar lentes oscuros de noche o usar el término “amigo(a)” indiscriminadamente- pero he llegado a la conclusión de que “cholo” es una construcción, un concepto creado. “Cholo” es nuestra forma de distinguir, de distinguirnos de los demás.
No tiene nada que ver con plata, con el nivel social o con los estudios. Para ejemplo: Toledo. Todos hemos “choleado” alguna vez. Que lance la primera piedra quien nunca haya choleado. El “blanco” cholea. El “chino” cholea. El “negro” cholea. Y –paradójicamente- el “cholo” también cholea.
Estudio en una universidad que vende la imagen de ser una “universidad de blanquitos pitucos”, sin embargo sólo el 20% -y esto es- del alumnado es de tez blanca y el 40% de los estudiantes vienen de provincia.
La actual noviecita de KV es -¿cómo decirlo?- de rasgos autóctonos. No me cae mal ni me cae bien. No la conozco pero si KV la quiere no me quedará más remedio que hacerme su amiga.
Dudo al publicar éste post. Disculpen si los decepciono. Yo también puedo ser superficial, yo también puedo ser frívola. Yo también puedo ser… “racista”.
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Nota: G me ha pedido una quinceava oportunidad. Me ha pedido 1 mes para demostrarme que me ama. Y, cómo no me da la gana de tomar ésa decisión, se la dejo a ustedes. Favor de contestar la encuesta de la parte superior derecha del presente blog.
5 comentarios:
jaaaajaja.....creo q reaccionaria igual si encuentro a mi hermaniiito menor asi!!....x cierto lo llamare a ver con kien esta!!!!....s la situación no s q seamos racistas!!!!jajja.....un bso
pd. noooo mas oportunidades a G.....no way!!!
Y tú...¿quién - palabra que omitiré - te has creído? ¿Qué es eso de "cómo no me da la gana de tomar la decisión, se las dejo a ustedes? ¡No! Y otro NO rotundo, por si te quedaron las dudas. Ni debes "dejárnosla" a "nosotros" - quien quiera que seamos - ni vas a darle otra oportunidad. Y ya más que nada es imperativo. Tú, Campanita - casi menciono tu nombre - no le vas a dar una oportunidad más a G. Así lo he decidido yo, ¿te parece?. Si para tal caso, vamos a seguir lo que dices al pie de la letra, yo decido que no se te ocurra darle una - muy malgastada, por cierto - oportunidad. ¡Estoy pensando en tí! ¡Quiérete un poco más! That whole situation is not "that" good for yourself. Bueno, después de todo, se que tú serás la que tomará la decisión (porque será así siempre así "decidas no decidir")... ya me contarás por qué optaste. Te adoro toneladas.
PS: Número uno, no puedo creer que se haya creado una cuenta-para-comentarte. Y en segundo lugar... no hay segundo lugar, intentaba sonar cliché. (ja, ja)
-ante todo- OH MY GOD!!! No puedo creer lo asombrada que estoy con todo lo que he leido y -por decirlo asi- digerido. Bueno, creo q mi opinion con respecto a G ya la sabes, sin embargo ya que el parece haberse -increiblemente- creado una cuenta pondre algo porque de seguro lo leera: Definitivamente debes darle algo... una gran PATADA en los ****... Disculpa ese lenguaje soez.
Por otro lado, debo decirte que tengo mucha intriga por saber quien es banana y al igual que tu, tambien quisiera saber quien es carlita. Asumo que me lo diras en cuanto nos veamos -q espero sea muy pronto-. (Aprovecho para mencionarte q te deje un mail en el correo de la univ). Por ultimo, ERES UNA CELOSA!!! jajajaja... y con respecto a lo de cholo. Totalmente de acuerdo. Todos hemos choleado a alguien, no coincido con la descripcion de la RAE y por sobretodas las cosas: todos somos cholos y - en definitiva- todos tenemos un lado superficial dispuesto a emerger...
PDTA: Extrañaba estar por aqui. Srta tinker la extraño como si a maggie le quitaran su chupon - disculpa la comparacion pero estoy viendo los simpson- te kiero...
BROOOOOOOOOOOOODER estoy en crisis asii! mal mal mal! como q odiando a todo el mundo y deseando q cayera un meteorito sobre la tierra... con ninguna perspectiva de la vida y sin oportunidad de ser "polite" ni hacer buenas construcciones gramaticales...en vdd estaba a punto de decirte TE NECESITO! pero a veces siento q no puedo confiar en absolutamente nadie (echale la culpa al fenomeno de la generalizacion) igual t amo y desearia q me dijeras algo PRODUCITO Y RECONFORTANTE ... no un "reeeeinaaa nooo (como si me trataras como estupida)" o un AAAALAAA BRODER (como si tu materia gris no t diera para mas...CREEME se q te da para mas) t amo. escribeme!
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