sábado, 18 de abril de 2009

De los Cumpleaños O.o°



-¿Puedo tomar su orden, señorita?


- Ah… emm... Tráeme una limonada, por favor. En un rato te pido algo más. Gracias.


Con ese comentario me gano una mirada de desprecio de mi padre y algo de incomodidad en la mesa.


Es cumpleaños de K y nos ha obligado a reunirnos con él en un –muy conocido y respetado- restaurant de parrilla argentina.


Son las 8 de la noche y debería estar sentada en un salón de la universidad -donde estudio o pretendo estudiar- escuchando alguna clase. Sin embargo, estoy bebiendo una copa de vino en un local de Miraflores mientras mi progenitor me pregunta qué voy a pedir.


-No sé papá. Estoy a dieta. Además, comer carne a esta hora me va a caer pesado.


Todos me miran mal.


-No seas espesa pues! Ya vas a malograrnos la cena.


Me dirijo al mesero.


-Tráeme unas brochetas, por favor.


Rompí mi dieta. Rompí la dieta a la cual me había costado tanto acostumbrarme. Rompí mi dieta solo porque a mi calzonudo hermano mayor se le antojo que todos en la “familia” cenásemos juntos esa noche.
(*) Foto que nos tomó la enamorada de K antes de retirarnos del local. Notese mi rostro risueño.


Eso de los cumpleaños me pone de mal humor. Y no es que sea una amargada –bueno, quizás si-, pero me molesta que la gente crea que todo tiene que adecuarse a ellos simplemente porque es su onomástico.

Claro, tampoco es que ellos deban adecuarse a los demás. Es solo que el hecho de que sea tu cumpleaños no debería obligar a tus allegados a cambiar sus planes por ti. Si quieren hacerlo, bien –así te demostrarán cuanto les importa y si eres una prioridad o no en sus vidas-. Si no, debería darnos totalmente igual.

Odio los cumpleaños. Bueno, en realidad, odio MIS cumpleaños. En los de las demás personas suelo pasarlo bastante bien –sobre todo en los de mis amigos-.

Cuando el cumpleaños no es mío puedo disfrutar de una buena fiesta sin que las demás personas tengan pendientes los ojos en mí. Es decir, puedo embriagarme hasta quedar inconsciente y nadie lo notará.

Me gustan los festejos ajenos. Es más, soy del tipo de chica que le encanta organizar sorpresas a sus amigos por sus cumpleaños. Disfruto eligiendo regalos originales para mis amigos más cercanos y amo comprar, mandar a preparar o hacer yo misma tortas de cumpleaños para después embarrarlas en la cara de los festejados al tiempo en que todos gritan: “mordida, mordida”.

Sin embargo, cuando se trata de mi cumpleaños todo cambia radicalmente. Odio las fiestas sorpresa –que nunca son sorpresa-, sobre todo porque están llenas de gente que no tengo ganas de ver, que no me caen o que simplemente no conozco.

Odio que me canten “Happy Bithday” mientras todos aplauden al ritmo de la tonada y yo finjo una sonrisa agradecida. Odio que me exijan que pida un deseo –cuando no imaginan que mi único deseo en ese momento es que desaparezcan- y me obliguen con eso a cerrar los ojos 4 segundos –fingiendo desear algo sumamente interesante cuando en realidad, pánfilamente, solo cuento hasta 4 para complacer al público- y soplo débil y torpemente las incontables velitas del pastel.

Odio mis cumpleaños porque días antes me embarga una sensación de molestia e incomodidad y empiezo a deprimirme sin motivo alguno.

Odio mis cumpleaños porque me recuerdan que cada año que pasa estoy más vieja, más gorda, con menos amigos y con menos jale.

Odio que la gente me pregunte “¿Qué vas a hacer por tu cumpleaños?” como si -sólo por el hecho de ser mi cumpleaños- estuviese exonerada de trabajar, ir a clases, rendir exámenes o asistir a las sesiones de la asociación.

Odio mis cumpleaños porque cada año llega a mi casa un número cada vez más pequeño de amigos del colegio y me doy cuenta de que pronto ya no podré llamarlos “amigos”.

Odio mis cumpleaños porque –por alguna extraña razón- ese día me siento el ser más miserable del universo.

Odio mis cumpleaños porque sé que éste año –al igual que los últimos 4- nadie me llamará por la mañana a decirme: “Feliz cumpleaños mi amor”.

Odio mis cumpleaños porque tengo malos recuerdos de esas fechas.

Odio mis cumpleaños porque el regalo que más quiero es el que sé jamás tendré.

Odio mis cumpleaños porque quisiera estar contigo ése día y sé que probablemente estarás “muy ocupado” o tendrás otras prioridades –ambos sabemos a quién me refiero-.

Odio -hoy más que nunca- mi cumpleaños porque solo quedan 72 horas para que llegue “el día” y su cercanía me produce nauseas, dolor de cabeza y ganas de llorar.

Este martes 21 lo único que quiero es embriagarme hasta perder la conciencia. Este martes 21 lo único que quiero es que ya sea 22!.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola! Feliz Cumple =)
es la primera vz q te leo, muy acertado tu comentario acerka de los cumple! a mi me sucede casi lo mismo u.U
Disfruta tu dia..!

Besos, Campanita!

-Angiel-

Anónimo dijo...

Y ahora yo odio TU cumpleaños, porque ambos sabemos que aquél al que te referiste en el post, no soy yo.
Y si, soy un egoista de mierda (y me gusta serlo) porque me jode que alguien más esté cerca de ti, aunque yo no pueda estar, y me jode que alguien te pueda dar lo que yo no puedo. Me jode. Punto.
Y si me lo preguntas, puede él irse a la mierda, porque no me cuesta nada decirlo, porque escribirlo aquí es gratis y porque es un ejercicio de catarsis que me recomendó el psiquiatra.
... y quizá también porque lo envidio más de lo que me gusta admitir.

*YO* dijo...

Tinker, esta vez no escribire nada -y NO por tu tonta amenaza- sino porq simplemente mi reaccion y mi respuesta te la dire personalmente... A mi tmpoco mi gustan mucho los cumpleaños, lo unico q me gustan son los regalitos. Por lo menos tengo la seguridad q ya q nunca me rgalan nada el resto del año, ese dia por lo menos lo haran por compromiso...

Sono muy deprimente verdad?

Solo debo decir como conclusion: BIENVENIDA AL 2DO NIVEL... yo te miro desde el primer nivel contenta por mi juventud y -gracias a dios- inocencia jejeje... tkm

PDTA: Existe queridisa practicante de dercho algo que se conoce en nuestro sistema legal como LIBERTAD DE EXPRESION, por tanto yo puedo escribir lo que quiera, desee o piense sin importar si a ud le agrada o no, si le parece bochornoso o no... XD